Dicen que cumplir años es un regalo, pero también plantea nuevos retos legales y familiares. En España la esperanza de vida supera ya los 83 años según el INE, y este aumento de longevidad tiene un efecto directo en la forma en que planificamos nuestras herencias. No se trata solo de dejar bienes, sino de hacerlo en el momento adecuado y con las herramientas legales que ofrece nuestro ordenamiento.
Cuanto más tiempo vivimos, más habitual es que aparezcan situaciones como segundas nupcias, hijos de distintas parejas o bienes adquiridos en edades avanzadas. Esto puede complicar la sucesión si no se planifica. Por ejemplo, retrasar la redacción de un testamento aumenta el riesgo de que, llegado el momento, se reparta la herencia aplicando únicamente el Código Civil español (artículos 806 y siguientes), lo que limita la libertad de disposición y puede generar conflictos.
Además, la longevidad implica que nuestros herederos también sean personas de edad avanzada cuando reciban los bienes, lo que reduce la utilidad práctica de ciertas transmisiones. Cada vez es más común optar por donaciones en vida para apoyar a hijos o nietos en momentos clave (compra de vivienda, inicio de proyectos). También conviene valorar fórmulas como el usufructo vitalicio en favor del cónyuge superviviente, que asegura su protección económica en la vejez.
Si tienes dudas sobre cómo adaptar tu testamento o herencia a este nuevo escenario de longevidad, en Legadosi3 podemos ayudarte a diseñar la mejor estrategia para ti y tu familia.
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