A la hora de transmitir el capital de una persona a otra, se plantean varias dudas. ¿Qué método elegir? ¿Qué implica transmitirlo a través de una herencia? ¿Y de una donación? ¿Qué diferencia hay, entonces, entre una herencia y una donación?
Para entender esta diferencia, primero debemos aclarar qué es una herencia y qué es una donación. La primera es, según la RAE, “el conjunto de bienes, derechos y obligaciones que, al morir alguien, son transmisibles a sus herederos o a sus legatarios”. En España, las herencias se dividen en tres partes: la legítima, la de mejora y la de libre disposición. Por su parte, las donaciones son contratos a través de los cuales se transfiere, de manera gratuita, un bien a otra persona, que acepta esta transferencia. El Código Civil (artículo 618) los define como: “Un acto de liberalidad por el cual una persona dispone gratuitamente de una cosa en favor de otra, que la acepta”. Hay varias clasificaciones de donaciones de los que hemos hablado en esta entrada del Blog de Legadosi3, que puedes revisar si necesitas conocer en profundidad dicha clasificación.
De esta forma, podemos distinguir que, las herencias se rigen por las leyes de sucesión y puede incluir propiedades, inversiones, y otros activos financieros. A diferencia de las donaciones, estas se activan tras el fallecimiento del donante y están sujetas a impuestos sucesorios.
Por su parte, las donaciones implican la transferencia voluntaria de bienes y activos por parte del donante mientras está vivo. A diferencia de las herencias, las donaciones no esperan a la muerte para activarse y, por lo tanto, no están sujetas a los impuestos sucesorios. Así, en ellas el donante puede elegir regalar propiedades, dinero, o cualquier otro activo a individuos específicos, ya sean familiares, amigos o incluso organizaciones benéficas.
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