En la era digital, la gestión de herencias ha evolucionado para abordar un nuevo tipo de activo: la presencia en línea y las cuentas digitales. Con el aumento de la actividad en Internet y el almacenamiento de datos en la nube, es muy importante considerar el destino de estos activos en la planificación patrimonial. Las llamadas «herencias digitales» abarcan una amplia gama de activos, que van desde perfiles en redes sociales hasta cuentas bancarias en línea y archivos digitales personales.

Cuando una persona fallece, sus cuentas en línea y presencia digital pueden plantear desafíos legales y logísticos para sus seres queridos. Es fundamental que aquellos que planifican su patrimonio consideren cómo desean que se manejen estos activos después de su fallecimiento. Sin una orientación clara, los familiares pueden encontrarse con obstáculos para acceder o cerrar cuentas digitales, lo que puede complicar el proceso de liquidación de la herencia.

Uno de los primeros pasos en la gestión de una herencia digital es recopilar un inventario detallado de todas las cuentas en línea y activos digitales del difunto. Esto puede incluir perfiles en redes sociales como Facebook, Twitter o LinkedIn, cuentas de correo electrónico, plataformas de almacenamiento en la nube como Google Drive o Dropbox, e incluso cuentas bancarias en línea y plataformas de inversiones.

¿Qué pasa con la herencia digital tras el fallecimiento?

Una vez recopilado el inventario, debemos revisar los términos de servicio de cada plataforma y comprender sus políticas sobre herencias digitales y acceso post mortem. Algunas plataformas tienen procedimientos específicos para manejar cuentas de usuarios fallecidos, mientras que otras pueden requerir documentación legal adicional, como un certificado de defunción o una orden judicial. Así, en algunos casos, es posible designar a un «contacto heredado» o un «ejecutor digital» en las plataformas en línea, lo que facilita el acceso o la gestión de cuentas después del fallecimiento. Sin embargo, es importante tener en cuenta que las leyes y políticas sobre herencias digitales pueden variar según la jurisdicción y la plataforma específica.

De esta manera, la gestión de herencias digitales es un aspecto cada vez más importante de la planificación patrimonial en la era moderna. Al considerar cuidadosamente estos activos y tomar medidas proactivas para su gestión, se puede garantizar una transición suave y legalmente sólida de la presencia digital de un individuo después de su fallecimiento. Como siempre os aconsejamos, es recomendable buscar asesoramiento legal especializado para abordar adecuadamente estas cuestiones en el contexto de la planificación patrimonial.