Los miembros amputados, lejos de la creencia popular, también deben ser recogidos por un equipo funerario, tal y como se hace con las personas fallecidas. Y. posteriormente, se debe proceder a su incineración o inhumación. Ello es debido a que, según recoge el decreto de sanidad mortuoria, las partes del cuerpo amputadas son consideradas restos humanos. Por ello, tienen el mismo tratamiento que un cadáver.

*Restos humanos, según el decreto de sanidad mortuoria. «Partes del cuerpo humano de entidad suficiente procedentes de abortos a partir de la semana 14. Amputaciones o mutilaciones que afecten a extremidades o miembros a partir del nivel metacarpiano o metatarsiano».

Un ejemplo reciente

Hace unas semanas, los medios de comunicación se hicieron eco de la noticia de un hombre al que, tras amputarle una pierna, se le requería, mediante su publicación el 29 de agosto en el Boletín Oficial del País Vasco (comunidad en la que residía) que acudiera al Hospital Comarcal de Bidasoa, donde sufrió la operación, para recoger su miembro amputado. De esta manera, el Servicio Vasco de Salud (Osakidetza) buscaba cumplir con la normativa actual.

Esta indica que debe ser el propio paciente (o persona autorizada) quien debe responder por el o los miembros amputados, utilizando los servicios de una funeraria. De igual manera, para poder inhumar en un cementerio estos restos es necesario contar con un parte de defunción, en el caso de su incineración.  

Multas de hasta 500 euros

En el caso que nos ocupa, el hombre, de no acudir en los siguientes 10 días a la publicación del anuncio en el Boletín, se enfrenta a una multa que puede ascender hasta los 500 euros, según indican desde el despacho de abogados Legados i3.

Esta última posibilidad se ha cumplido, según publicaba el Diario Vasco, y el hombre, una vez vencido ya el plazo para pasar a recoger el miembro amputado, no ha acudido ni dispuesto el trámite para ello. Será por tanto el centro hospitalario quien tendrá que iniciar el procedimiento, consultando a los órganos pertinentes, para ofrecer un final a la pierna amputada.